logo-zuecos-comodos
corredor con fascitis plantar

Guía completa sobre la fascitis plantar

La fascitis plantar es una inflamación del tejido conectivo en la parte inferior del pie, específicamente en la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que conecta el talón con los dedos. Esta condición puede causar dolor agudo en el talón o en la parte inferior del pie, especialmente al dar los primeros pasos por la mañana o después de periodos de descanso.

En Zuecos Cómodos, como especialistas en calzado anatómico, sabemos lo dolorosa que puede resultar esta afección. En esta guía completa te la explicamos y te contamos cómo puedes mejorar la situación si es que la padeces.

¿Qué es la fascitis plantar?

La fascitis plantar es una inflamación de la fascia plantar, que es un tejido grueso y fibroso que se encuentra en la parte inferior del pie. Se trata de una banda de tejido conectivo que se extiende desde el hueso del talón (calcáneo) hasta la base de los dedos del pie y tiene como función proporcionar soporte estructural al arco del pie y ayudar en la absorción de impactos durante la marcha y el movimiento.

Cuando la fascia plantar se tensa o irrita, puede causar dolor agudo en el talón, que suele ser más intenso al dar los primeros pasos por la mañana o después de periodos de inactividad. Esta sensación de dolor punzante o ardor puede limitar la capacidad de caminar o estar de pie durante largos períodos, afectando la calidad de vida de las personas que la sufren.

Causas de la fascitis plantar

Son muchas las posibles causas de la fascitis plantar, estas contribuyen a su aparición y desarrollo. Algunas de las principales causas de esta afección son:

  • Sobrecarga y estrés repetitivo: actividades que implican estar de pie por largos períodos o realizar actividades físicas intensas pueden causar tensiones excesivas en la fascia plantar, provocando irritación e inflamación.
  • Calzado inadecuado: el uso de zapatos que no brindan un buen soporte para el arco del pie o que tienen una suela muy rígida puede aumentar el riesgo de desarrollar fascitis plantar.
  • Cambios en la actividad física: aumentar repentinamente la intensidad o la duración de la actividad física, como correr largas distancias sin el entrenamiento adecuado, puede sobrecargar la fascia plantar y causar irritación.
  • Problemas de biomecánica: factores como tener pies planos, arcos altos o una marcha anormal pueden contribuir a una distribución desigual de la presión en el pie, lo que aumenta el riesgo de desarrollarla.
  • Obesidad o aumento de peso: el exceso de peso ejerce una presión adicional sobre la fascia plantar, aumentando el riesgo de irritación e inflamación.
  • Edad y condiciones médicas previas: es más común en personas de mediana edad y mayores. También puede estar asociada con ciertas condiciones médicas, como la artritis reumatoide o la diabetes.

Es importante tener en cuenta que estas causas no siempre actúan de forma independiente, y muchas veces pueden estar relacionadas entre sí. Identificar las causas subyacentes es fundamental para un tratamiento efectivo y para evitar la recurrencia de esta afección en el futuro.

Síntomas comunes y diagnóstico de la fascitis plantar

Los síntomas de la fascitis plantar pueden manifestarse de varias formas, siendo el dolor en el talón la característica más destacada.

Además, pueden aparecer:

  • Dolor agudo en el talón: este es el síntoma principal, especialmente al dar los primeros pasos por la mañana o después de periodos de inactividad. El dolor puede ser punzante, ardiente o como una sensación de presión en el talón.
  • Dolor al estar de pie o caminar: el dolor también puede aumentar al estar de pie durante mucho tiempo o al realizar actividades que impliquen caminar o correr.
  • Sensibilidad al tacto: la zona afectada puede volverse sensible al tacto, especialmente en el punto donde la fascia plantar se une al talón.
  • Rigidez matutina: muchas personas experimentan rigidez y dificultad para mover el pie al levantarse por la mañana, lo que puede mejorar a medida que se mueven.

El diagnóstico suele implicar un examen físico detallado por un podólogo. Durante el examen, el médico puede presionar suavemente el área del talón para evaluar la sensibilidad y buscar puntos de dolor. También puede pedir pruebas de imagen, como radiografías o ecografías, para descartar otras condiciones y confirmar el diagnóstico.

Tratamientos efectivos para la fascitis plantar

El tratamiento de la fascitis plantar se centra en aliviar los síntomas y ayudar a la recuperación, existen diferentes métodos bastante efectivos. Estos se centran en bajar la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la función del pie:

estiramientos fascitis plantar

  1. Estiramientos: algunos ejercicios específicos pueden ayudar a estirar y fortalecer los músculos de la pantorrilla y el pie, lo que puede reducir la tensión en la fascia plantar y mejorar la movilidad.
  2. Uso de plantillas ortopédicas: las plantillas personalizadas pueden proporcionar soporte adicional al arco del pie y distribuir de manera más uniforme la presión, aliviando así el estrés en la fascia plantar.
  3. Terapia con ondas de choque: las ondas de choque para la fascitis plantar estimulan la curación de los tejidos y reducen la inflamación en la fascia.
  4. Terapia de frío y calor: aplicar compresas frías o calientes en la zona afectada puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
  5. Medicamentos antiinflamatorios: en algunos casos, se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides para reducir la inflamación y el dolor.
  6. Inyecciones de corticosteroides: en situaciones de dolor intenso y persistente, las inyecciones de corticosteroides pueden proporcionar alivio temporal al reducir la inflamación.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento más efectivo puede variar según las necesidades individuales de cada paciente.

Prevención de la fascitis plantar

Es posible prevenir los síntomas de la fascitis plantar llevando a cabo una serie de hábitos saludables:

  • Mantener un peso saludable
  • Realizar estiramientos
  • Evitar sobresfuerzos
  • Graduar la intensidad del ejercicio

Además, hacer un buen uso del calzado y evitar los zapatos demasiado apretados o incómodos es vital para el cuidado de tus pies. Los zuecos sanitarios o el calzado anatómico son la elección perfecta para personas que pasan muchas horas de pie.

ÚLTIMOS ARTÍCULOS